Objetivo. Conocer como se comportará el material en el entorno real
Nuestro cliente, un gran fabricante del sector de la movilidad, necesita conocer como se van a comportar los nuevos materiales que va a incorporar en su vehículo en un entorno real. Es muy importante poder replicar los usos más comunes y cómo envejece cada tipo de material. El objetivo es asegurar su calidad durante toda la vida útil del vehículo.
Solución. Ensayos internos de cliente y de ISO
El primer paso fue acordar con cliente los ensayos de envejecimiento que se le iban a realizar a cada material dependiendo del uso que se le iban a dar en el vehículo. Se definió una metodología de trabajo con cada material. Aquí especificamos el ensayo que se iba a utilizar en cada caso. En algunos materiales se utilizarían normas ISO, en otros caso normas internas de nuestro cliente y en otros fue necesario diseñar ensayos ad-hoc que representaran mejor el uso real que se le iba a dar al material.
Para los ensayos de envejecimiento por abrasión utilizamos un abrasímetro tipo TABER que nos permite estandarizar presión, tipo de agente abrasivo y número de ciclos.
Para los ensayos de envejecimiento por el sol, utilizamos un equipo de exposición UV combinado con condensación. En este caso medimos a través de nuestro colorímetro, el color antes y después del ensayo de UV y comprobamos que el ∆E estaba dentro de los estándares de nuestro cliente.
En los ensayos de anti-graffiti utilizamos la normativa interna de nuestro cliente. En el caso de ensayos de envejecimiento por uso de productos de limpieza, se definió un ensayo ad-hoc que representaba el uso real. Se utilizaron manchas y limpiadores reales y se realizaron medidas de colorimetría antes y después.
En este proyecto fue muy importante documentar los ensayos a través de imágenes, además de los datos numéricos. En la presentación de los resultados se propusieron además alternativas para los materiales que no pasaron alguna de las pruebas para facilitar el proceso de mejora de nuestro cliente.