Recubrimientos
Desarrollamos y aplicamos capas sobre un material para mejorar sus propiedades superficiales o dotarlo de nuevas funcionalidades.
Objetivo. Reducir el esfuerzo para limpiar piezas de plástico
Nuestro cliente quiere mejorar la limpieza de una pieza de plástico de los equipos que produce. Esta pieza durante su uso se encuentra en contacto con alimentos. Actualmente esta pieza necesita de una limpieza con un detergente fuerte cuando la mancha está seca.
Esto ocasiona un gran esfuerzo para su usuario final y puede conllevar problemas de desgaste y daños al tener que realizar una abrasión elevada sobre el material para poder mantenerlo limpio. Su objetivo es que se reduzca tanto el esfuerzo requerido para la limpieza como el uso de agentes de limpieza necesarios mediante un recubrimiento easy to clean.
Solución. Recubrimientos easy to clean y ensayo de limpieza estandarizado
Nuestra primera aproximación fue definir con nuestro cliente qué era ‘fácil de limpiar’ para ellos, ya que dependiendo del sector y equipo, las necesidades y requerimientos de limpieza son muy distintas.
La segunda parte del proyecto consistió en seleccionar, aplicar y optimizar 5 recubrimientos comerciales distintos. En este proyecto nuestro cliente nos solicitó que los recubrimientos que se ensayaran fueran ya comerciales, para poder incorporarlos a su proceso de forma muy rápida. Esta selección de recubrimientos estuvo basada en la experiencia y conocimiento de ATRIA y en ella tenemos en cuenta el material base, el tipo de mancha, el tiempo de residencia de estas manchas y el método de limpieza habitual.
Previa a la etapa de aplicación de los recubrimientos, realizamos un estudio de activación del plástico de nuestro cliente, ya que es un aspecto crítico cuando se aplican recubrimientos en plásticos para conseguir una buena adherencia. En este caso se realizaron pruebas con plasma, pyrosil, llama y ozono. Para la aplicación del recubrimiento utilizamos tanto dip-coating como esprayado, dependiendo del recubrimiento que estamos aplicando.
El siguiente paso fue la realización de pruebas de limpieza estandarizadas. En ellas, utilizamos nuestro equipo de abrasión, en el que sustituimos los abrasivos habituales por esponjas o bayetas (dependiendo del requisito del útil de limpieza), además de que estos pueden ir o no impregnados en la solución limpiadora. Este equipo nos permite seleccionar la velocidad a la que vamos a limpiar y también elegimos cuánta presión ejercemos de limpieza. De esta forma todas las pasadas de limpieza se efectúan en las mismas condiciones y podemos tener resultados objetivos y comparables.
En este punto del proyecto podemos hacer dos tipos de comprobaciones, o bien limpiar hasta que el material tiene el mismo color que sin la mancha, y contabilizar el número de pasadas necesarias, o bien realizar un número de pasadas fijo y medir el cambio de color en la muestra. En este segundo caso, medimos con un colorímetro la deltaE para conocer el cambio de color también de forma estandarizada y cuantitativa.
El resultado final consistió en una presentación en la que les mostramos los mejores recubrimientos una vez optimizados para su material (%, espesor) combinados con la técnica de activación mas adecuadas, así como los resultados en función del número de pasadas necesarias para que el material recuperara su aspecto sin la mancha, tanto con agua, como con jabón a distintos porcentajes así como con su detergente fuerte habitual.
De esta forma fue sencillo determinar cuál era la opción que cumplía con sus requisitos y les permitía ofrecer un producto diferencial, con una propiedad con ventajas directas para el usuario.
