¿Conoces la limpieza láser?
El láser es una herramienta muy versátil presente en muchos de los aspectos de nuestra vida cotidiana aunque a veces no seamos conscientes. Sus aplicaciones son muy variadas, siendo usados por ejemplo para leer códigos de barras en las tiendas, para soldar vigas de acero en la construcción, o para hacer marcajes decorativos en cajas de madera o vasos de vidrio.
Antes de adentrarnos en qué es la limpieza láser, tenemos que tener en cuenta qué láser vamos a necesitar teniendo en cuenta el tipo de material y aplicación.
Tipos de láseres y selección del láser
Existen distintos tipos de láseres, los cuales se pueden clasificar dependiendo de su aplicación según su potencia, su longitud de onda y su duración de pulso.
Estos tres aspectos son muy importantes, ya que no podemos usar la misma potencia en un láser para leer un código de barras que para soldar una viga de acero, siendo el primero muy poco potente, de menos de 1 W, y el segundo altamente potente pudiendo ser de más de 1.000 W.
De igual forma, no podemos usar el mismo láser si queremos marcar madera o si queremos marcar vidrio, ya que, dependiendo del material, absorberá una determinada longitud de onda u otra. Esto significa que, si usamos un láser de CO2 con emisión en la longitud de onda de 10.600 nm, podremos marcar fácilmente la madera, pero para marcar el vidrio necesitaremos un láser de emisión en la longitud de onda verde de 532 nm o un láser de emisión en la longitud de onda ultravioleta de 193 nm.
El tercer gran punto a tener en cuenta es la duración de pulso del láser, ya que esto determina la cantidad de calor que acumulará el material y el área afectada térmicamente. Si tenemos un láser de pulso continuo, cuya duración de pulso puede ser de 1 ms, aportará mucho calor a la superficie al proporcionar mucha energía durante mucho tiempo, pudiendo producir en los alrededores de la zona que estamos tratando, zonas quemadas o deformadas debido al calor. Si por el contrario usamos un láser de pulso ultracorto, de por ejemplo 1 fs, entonces evaporaremos el material de la zona donde trabajamos de una forma tan instantánea que no le dará tiempo de transmitir calor a las zonas de alrededor, generando un acabado mucho más definido.
¿Cómo se aplica el láser en la limpieza de superficies?
De esta forma, una vez conocido cómo funciona un láser, podemos pasar a decir cómo se aplica en la limpieza de superficies. El láser se usa principalmente para eliminar capas de materiales distintos, como puede ser la capa de óxido formada encima de un metal, o la capa de lubricante presente en algún componente, o simplemente eliminar una capa de pintura que ya no nos gusta y queremos dejar a la luz el color original de la pieza.
El gran interés del láser como método de limpieza se basa en las diferentes longitudes de onda que absorben los distintos materiales, así como en la potencia empleada. Por ejemplo, los óxidos absorben muy bien la radiación infrarroja, lo que permite eliminarlos muy bien de las superficies metálicas sin dañar la superficie de debajo, que no absorbe casi energía a dichas longitudes de onda. A su vez, esto hace que podamos usar altas potencias para eliminar el óxido más rápido, al no absorber la energía el metal de debajo que se queda inalterado por la acción del láser. Una vez conocidos estos dos aspectos, el tiempo de pulso del láser puede ser grande, debido a que la superficie de debajo que queremos sacar a la luz o limpiar, no absorbe la energía que emite el láser, y si queremos limpiar grandes zonas, nos importará poco la definición de los bordes.
Una vez vista toda esta explicación sobre la limpieza láser, ahora ya podéis entender cómo funciona. Esta aplicación tiene mucha ciencia detrás y se pueden conseguir resultados increíbles. ¿Quieres lanzarte a la aventura de la limpieza láser? Contacta con nosotros y te ayudaremos.