Hoy, os traemos este blog acerca de la economía circular, una alternativa real que pretende redefinir el modelo actual para reducir el consumo de recursos primarios, potenciar la reutilización de materiales y concienciar a la sociedad. A continuación, os detallamos en qué consiste, para qué sirve y los beneficios que nos aporta este modelo de economía circular.
La creciente generación de residuos derivados de la actividad humana es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad y el medio ambiente. Este problema es consecuencia directa del modelo económico lineal que se utiliza actualmente, basado en la extracción, producción, consumo y eliminación de recursos.
¿Qué es la Economía Circular?
Como avanzábamos, la economía circular es la principal alternativa al modelo lineal, de “usar y tirar”, que actualmente se utiliza. Este modelo circular, cada vez más común en nuestro vocabulario, pretende minimizar al máximo el coste ambiental que tienen los procesos productivos y los productos durante su ciclo de vida. En otras palabras, busca que tanto el sector industrial como la sociedad, sea más eficiente en el uso de recursos. Por supuesto, este objetivo se debe de alcanzar sin reducir el crecimiento tecnológico de nuestra sociedad.
Para reducir el coste ambiental de los procesos actuales, la economía circular pretende optimizar el uso de materias primas, prolongando su vida útil mediante segundas y terceras oportunidades. Por este motivo, será muy importante que, en la etapa de diseño de un producto, antes de llevar a cabo su fabricación, se tenga en cuenta el uso de materiales reutilizables y se prepare al producto para nuevas oportunidades. Este paso será de gran ayuda para que los materiales de cualquier producto fabricado puedan ser reincorporados en nuevos procesos productivos, extendiendo la vida útil de cada uno de ellos, minimizando la generación de residuos y reduciendo los procesos de extracción de nuevos recursos del planeta.
De igual modo, la economía circular se puede aplicar a los procesos industriales. Todo proceso industrial debe de ser diseñado teniendo en cuenta los subproductos y los residuos que se generan en él. Si dichos subproductos y residuos pueden ser incorporados a nuevos procesos productivos, no solo se reducirá el impacto que estos generan, sino que, además, se evitará el coste asociado a su gestión y no será necesario extraer nuevos recursos. Os dejamos un caso práctico en donde hemos reaprovechado un subproducto generado durante un proceso industrial como materia prima de un proceso totalmente diferente.
Modelo de economía circular
Como veis, el modelo de economía circular no se basa únicamente en reciclar más. Este modelo busca atacar el problema desde la raíz, fomentando el diseño de procesos y productos reutilizables, utilizando materiales reciclables o facilitando la reparación de los mismos sin necesidad de reemplazarlos por nuevos.
Un ejemplo claro de los problemas que genera la economía lineal es la telefonía móvil. En este sector, cada vez son más las personas que cambian su teléfono móvil cada año porque aparece un nuevo modelo con mejores prestaciones que el anterior. Aplicando la economía circular, esto no sería necesario, ya que el teléfono habría sido diseñado para reemplazar piezas (cámara, procesador, batería, etc.). De esta forma, sustituyendo pequeñas partes del teléfono, prolongaríamos considerablemente su vida útil sin necesidad de reemplazarlo en su totalidad.
Pero, dentro de este cambio que propone la economía circular, no solo se debe de mejorar los procesos productivos o los materiales utilizados, existen acciones muy importantes fuera del ámbito industrial. Por ello, este modelo también pretende concienciar a la sociedad del consumo responsable, ya que juega un papel fundamental para alcanzar los objetivos propuestos.
Por este motivo, todos, desde el consumidor hasta las empresas más grandes, tenemos un papel crucial dentro de la transición hacia una economía circular. El más pequeño de los movimientos puede desencadenar grandes iniciativas que aceleren este nuevo modelo de economía.
Principios básicos
A continuación, os presentamos los principios básicos en los que se sustenta el modelo de economía circular para mejorar la eficiencia en el uso de recursos:
- Eco-diseño de producto y proceso: considerar, durante la etapa de diseño, todos los posibles impactos medioambientales del producto y del proceso a lo largo de su ciclo de vida. En otras palabras, preparar el producto para ser reutilizado, reparado y reciclado.
- Fomentar el segundo uso: muchos productos pueden tener nuevas oportunidades antes de ser reciclados. La economía circular busca que un producto, o material, tenga una segunda oportunidad en el circuito económico antes de ser reprocesado.
- Reparación antes que sustitución: cualquier producto, o material, que pueda ser reparado supondrá un menor consumo de materiales primas y recursos.
- Sustitución de componentes en vez de productos. En el caso de que un componente de un producto se estropee, siempre es mejor sustituir dicha pieza, que el producto completo. Por ello, los productos deberán estar preparados para ello.
- Reciclaje. En el caso de que un producto no pueda ser reutilizado o reparado, el reciclaje de sus componentes será una gran solución para reaprovechar los materiales.
- Valorización. Si un producto no puede ser reutilizado, reparado o reciclado, la valorización de sus subproductos es una alternativa final.
- Concienciación social: además de todos los principios mencionados anteriormente, inculcar la filosofía de la economía circular en la sociedad es un principio fundamental para que esta gran iniciativa siga creciendo.
¿Por qué es necesario un cambio hacia la Economía Circular?
Como todos sabemos, la población mundial crece a un ritmo muy acelerado, lo que supone un aumento en la demanda de productos en el mercado. En otras palabras, para saciar las necesidades de todos nosotros, las empresas necesitan producir cada día más, lo que dispara el consumo de materias primas. Este hecho, a la larga, genera una escasez de recursos primarios, los cuales son, en su mayoría, limitados.
El modelo de economía lineal no es capaz de asumir este incremento de necesidades de la población, por lo que es necesaria la aparición de un nuevo modelo de economía circular, que no necesite la extracción de tantos nuevos recursos y reduzca el impacto medioambiental que la sociedad genera en nuestro planeta.
Por otro lado, además de reducir el impacto sobre el medioambiente, la instauración de una economía circular reducirá la dependencia entre países y empresas, ya que, en muchos casos, algunas materias primas solo se encuentran en ubicaciones muy concretas.
¿Para qué sirve en la empresa?
La competitividad entre marcas y empresas es cada vez mayor, no solo a nivel económico (precio de los productos), sino también a nivel mediático. La imagen de las empresas es un factor cada vez más importante para los consumidores finales. Por ello, cada vez son más las empresas que realizan campañas de economía circular con el fin de acercar su compromiso medioambiental a todos los consumidores finales. Este compromiso con el medioambiente puede ser la clave dentro de un mercado cada vez más ajustado y competitivo, donde cada detalle cuenta para comprar un producto u otro.
Más allá del compromiso con el medio ambiente, la filosofía de convertir un residuo en recurso puede reducir considerablemente los costes asociados a la adquisición de nuevas materias primas, fabricación de nuevos productos desde cero o a la gestión de dichos residuos en vertederos. Por este motivo, para las empresas, la puesta en práctica de acciones relacionadas con la economía circular puede suponer una mejora sustancial en la rentabilidad final de sus productos y procesos.
Beneficios de la Economía Circular
Mejorando la eficiencia de nuestros procesos productivos, utilizando materiales fácilmente reciclables o rediseñando productos para que tengan segundas oportunidades, es posible alcanzar importantes beneficios. A continuación, os indicamos algunos de los más importantes:
- Reducción del número de residuos generados y, por tanto, su impacto ambiental.
- Reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
- Mayor innovación.
- Aumento en la rentabilidad económica de los procesos de producción.
- Generar ahorros netos, tanto para empresas como para gobiernos.
- Aumento del volumen de negocio.
- Mayor seguridad en el suministro de materias primas.
- Mayor competitividad tecnológica
- Generación de empleo.
- Productos más innovadores y duraderos que permitan a los usuarios finales un ahorro.
Tipos de Economía Circular
En realidad, no existen diferentes tipos de economía circular, pero nos resulta muy útil diferenciar la economía circular aplicada a la mejora de procesos industriales, donde se generan residuos y subproductos, de la economía circular aplicada a mejorar productos, donde el propio producto acaba siendo un residuo.
En el primero de los casos, en la economía circular aplicada a procesos industriales, suele generar grandes cantidades de subproductos o residuos durante el proceso productivo. Estos, en muchos casos son llevados a vertederos, por lo que no pueden ser reutilizados, ni reciclados. Para abordar este problema, la economía circular propone las siguientes medidas:
- Diseño de procesos eficientes, que reduzcan al máximo los subproductos generados.
- Estudiar las segundas oportunidades para los subproductos o residuos, generados durante el proceso productivo (podéis ver un ejemplo aquí).
- Sustituir productos químicos peligrosos o difíciles de gestionar, por otros que realizan la misma función, pero respetan el medio ambiente. Os dejamos un ejemplo de esto.
Por otro lado, la economía circular aplicada a un producto tiene como principal objetivo la reducción del impacto que tienen los productos a lo largo de su ciclo de vida. Para ello, se proponen las siguientes acciones:
- Ecodiseño. Reducir al máximo el impacto del producto en la etapa de diseño.
- Productos versátiles, aptos para diferentes usos.
- Productos reparables, que no necesiten ser sustituidos en su totalidad.
- Utilización de la menor cantidad de material posible, para ahorrar energía y recursos.
- Utilización de materiales fácilmente reutilizables o reciclables. Las segundas oportunidades siempre.
En general, la economía circular no distingue de sectores o empresas, puede ser aplicada a cualquier tipo de proceso, incluidas nuestras acciones del día a día. Por este motivo, es aplicable tanto a grandes sectores como automoción, construcción, químico o alimentación entre otros, como al diseño de nuevos productos o materiales.
Tipos de residuos a los que se le puede aplicar
Dependiendo del origen del residuo, o su composición, podemos clasificarlos en diferentes grupos. Pensando en la economía circular, resulta interesante clasificar los residuos en los siguientes dos grupos:
- Residuos industriales. Todo residuo procedente de cualquier actividad industrial que no sea agroalimentaria. Dentro de este grupo incluimos los residuos generados por productos que han terminado su ciclo de vida y deben de ser gestionados. Algunos ejemplos de materiales con los que hemos trabajado son cenizas, azufre, polímeros o textiles. Un ejemplo claro de aplicación de economía circular a este tipo de residuos es la reutilización de residuos electrónicos.
- Residuos agroalimentarios. Es importante separar los residuos agroalimentarios del resto, ya que muchos de ellos contienen compuestos de gran valor añadido. Dentro de este gran grupo, hemos trabajado por ejemplo con restos de fruta, procedente de la producción de zumos, algas, purines o aguas de lavado. El potencial de estos residuos es muy grande, un gran ejemplo de ello es la extracción de pectina y limoneno a partir de la cáscara de naranja, subproducto de la producción de zumo.
Pasos para realizar un Proyecto de Economía Circular
Dependiendo del tipo de proceso o producto, existen diferentes formas de aplicar el concepto de economía circular. En ATRIA, estudiamos cada uno de los casos para ayudar a nuestros clientes a encontrar nuevas oportunidades de negocio a partir de la economía circular. A continuación, os mostramos algunas de las etapas clave:
- Caracterización del residuo o subproducto. Para determinar las posibilidades que tiene un residuo o subproducto, es imprescindible conocer su composición.
- Estudio del proceso. En el caso de que estemos hablando de un proceso productivo, se estudiarán todas las posibles acciones a realizar para mejorar su eficiencia y reducir el impacto de dicho proceso.
- Selección de la oportunidad más adecuada para cada caso. Buscaremos las mejores vías de reutilización y valorización con el fin de reintroducir el residuo o producto en la cadena de valor.
- Pruebas y prototipos. En el caso de que sea necesario validar una idea, en nuestro laboratorio fabricamos prototipos y llevamos a cabo pruebas de concepto, validaciones y demostraciones.
- Industrialización. Todos los proyectos que realizamos tienen que tener sentido industrial, por lo que esta etapa está presente a lo largo de todas las fases. Una vez finalizada la validación, nuestro equipo de ingenieros se encargará de industrializar la idea.
¿Quieres conocer cómo aplicar la economía circular en alguno de tus procesos o productos? ¡Contacta con nosotros!