En este nuevo post queremos abordar un tema muy interesante para todos aquellos que realizáis actividades innovadoras, independientemente del tamaño, facturación o sector de actividad. Y es que las deducciones fiscales por I+D+i permiten minorar la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades y todavía son pocas las empresas que las aplican.
Según el Índice de Innovación Altran, España es un país europeo con baja capacidad de innovación, invirtiendo alrededor de 1,24% de su PIB. Sin embargo, para compensarlo, existen numerosas deducciones fiscales que toda empresa innovadora puede aplicar y que hacen del sistema español de deducciones fiscales por I+D+i uno de los más potentes en el marco de la OCDE, tal y como recoge la Ley 27/2014, Art. 35 del Impuesto sobre Sociedades.
DEDUCCIÓN POR ACTIVIDADES DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO
Por lo general, se podrán deducir un 25% de los gastos efectuados en la realización de actividades de investigación y desarrollo en el periodo impositivo. Si estos gastos son mayores que la media de los efectuados en los dos años anteriores, se aplicará el 25% en dicha medida y el 42% sobre el exceso con respecto a ésta.
Además de esta deducción, se practicará una deducción adicional del 17% del importe de los gastos de personal a investigadores cualificados adscritos en exclusiva a actividades de investigación y desarrollo.
También se podrán deducir el 8% de las inversiones en elementos de inmovilizado material e intangible (excluidos los edificios y terrenos) sujetos a actividades de investigación y desarrollo.
DEDUCCIÓN POR ACTIVIDADES DE INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
Las actividades de innovación tecnológica, tales como actividades de diagnóstico tecnológico, diseño industrial e ingeniería de procesos de producción o la adquisición de tecnología avanzada (licencias, patentes, diseños…), darán derecho a un porcentaje de reducción del 12% de los gastos efectuados en el período impositivo.
Algunas de las actividades que pueden ser susceptibles de generar una deducción fiscal son las mejoras significativas en procesos productivos, la incorporación de tecnologías existentes que supongan una mejora significativa para la empresa o el desarrollo de nuevos productos y mejora de los ya existentes, entre otros. Para ello, las deducciones fiscales deben aplicarse en el modelo 200 (Impuesto de Sociedades) y presentarse antes del 25 de julio.
Esta es, sin duda, una buena forma de premiar a todas aquellas empresas innovadoras -pymes y grandes empresas-, incrementando así su competitividad y fomentando la mejora contínua de sus productos y procesos al poder maximizar sus beneficios.
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